Boris Hoppek

Kreuztal, 1970

Boris Hoppek es un artista alemán afincado en Barcelona. A principios de la década de 1990 encabezó la introducción de elementos figurativos en la escena del graffiti. Desde entonces ha descontextualizado continuamente figuras iconográficas y las ha llevado a un nivel de abstracción que le permite abordar temas políticos explícitos como la inmigración, el racismo, la violencia y la sexualidad. Este interés también domina su obra fotográfica, que es pornografía con un toque peculiar, en la que las mujeres siempre se encuentran un paso de ser tratadas totalmente como objetos.

La variedad de la obra de Boris Hoppek es ilimitada: dibuja rápidamente con una línea reducida y utiliza colores cuidadosamente seleccionados para crear su propio universo de personajes con un lenguaje visual muy específico y a menudo drástico. El aspecto achuchable de sus muñecos plantea un fuerte contraste con lo radical de los temas que el artista aborda: violencia, sexualidad, racismo y opresión. Hoppek ni se preocupa por ser políticamente correcto ni intenta provocar: sencillamente muestra lo que ve y lo que quiere que veamos en pinturas, fotografías, esculturas e instalaciones que se caracterizan por su franqueza, su frescura y su agilidad.

Destacado en el mundo del graffiti desde finales de la década de 1980, este artista ha llevado su excepcional enfoque urbano a un altísimo nivel y lo ha introducido en galerías de arte y en nuestros hogares. En los últimos años ha expuesto su obra con gran éxito en galerías, museos y festivales de arte del mundo entero.